21.1.10

AMALIA IGLESIAS SERNA. Biografía















Amalia Iglesias Serna nació en Menaza, Palencia, en 1962, aunque pasó su juventud en Bilbao y hoy vive en Madrid, donde es jefa de redacción de Revista de Libros. Licenciada en filología hispánica por la Universidad de Deusto, escribe poesía desde muy joven. Entre sus libros de poemas destacan: Un lugar para el fuego (Rialp, 1985), con el que obtuvo el premio Adonais en 1984; Memorial de Amauta (Endymion, 1988), premio Alonso de Ercilla del Gobierno Vasco en 1987; la plaquette Mar en sombra (Málaga, 1989); Dados y dudas (Pre-Textos, 1996), accésit del premio Jaime Gil de Biedma en 1995, y Lázaro se sacude las ortigas (Abada, 2005). Sus poemas han aparecido también en antologías como Las diosas blancas (Hiperión, 1985), Ellas tienen la palabra (Hiperión, 1997), Poetas de los ochenta (Mestral, 1988), Antología de la poesía española 1977-1995 (Castalia), Canción de canciones (Mario Muchnik), etc., y el pasado año publicó la antología Antes de nada, después de todo (Universidad del País Vasco), que reúne todos sus libros editados hasta el momento.

Discípula y amiga de María Zambrano durante sus últimos años de vida, ha preparado la edición de Algunos lugares de la pintura de la pensadora malagueña y acaba de publicar Poetas en blanco y negro (Abada, 2006), una recopilación en la que se reúnen poemas de 230 poetas españoles, portugueses e hispanoamericanos que han ido publicándose en la sección «Contemporáneos» del suplemento cultural de ABC a lo largo de los últimos años. En 2004 la Real Academia de Poesía de Córdoba le concedió la Medalla de Oro Don Luis de Góngora y en 2006 ha obtenido el premio Villa de Madrid «Francisco de Quevedo» por Lázaro se sacude las ortigas. En estos momentos tiene inéditos los libros de poesía La sed del río y Tótem espantapájaros.

TOMA TAMBIÉN MIS OJOS




Toma también mis ojos,
la decisión de fecha escurridiza
y llévame a aprender tierra de nadie
o inciertas geografías.
Toma el camino túnel o imán de mi memoria.
Enséñame a mirar senderos, nubes,
nervaduras, metáforas.
El espacio reiterado del deseo
en su mapa de arterias no resuelve
el crucigrama de mi nombre.

EL GRAN TEATRO DEL MUNDO




Caen,
dices,
devotos labios de nácar descreído
y hace mucho que la lluvia
sembró algunos silencios
escandalosamente invisibles.
Pero hemos estado siempre en este instante
donde todos los pájaros ensayan una fuga,
donde ensayan esta cúpula que cierra
el tiempo de la ofrenda
y la derrota.
Pero hemos estado siempre en este instante
de palabra ancestral
y desolada,
como inventando un cuadro eternamente
en el espejo turbio de la escena.

AMANECER CONTIGO




Si tus olas no hubieran venido a defender mis brazos
del cloroformo nocturno,
tal vez hubiera podido fingir
un cuerpo decúbito que nunca tiembla.


Atrás quedaban los versos residuales
coagulados por las musas en las losas,
sus giros de golondrinas, sus zumbidos de ofrenda
y una ciudad indiferente a la inquietud.


Ahora volvía a ser amable el roce de los rosales silvestres
sobre la piel desnuda, el arañazo de existir después de todo
en su pequeño manantial de sangre.


Virgilio nos miraba desde el puente del limbo,
su aliento duraba en nuestra sed,
quemaban sus palabras en las venas profundas.


Subimos despacio
para empezar el tiempo al otro de la arcilla,
la noche se hace cobijo entre los brezos,
balbuceo de vida alrededor,
guarda toda la luz desperdiciada en otra parte
para venir a amanecer contigo.

ITACA NO EXISTE




Tres vueltas de llave y un olor a silencio,
la luz súbitamente estrangulada en el lecho sin fondo
y la humedad de quince o más otoños
y esta locura
y esta oscura gangrena de embriagada penumbra,
tres o cuatro macetas con esquejes de olvido
o esa vela gastada en noche de tormenta.

Las puertas columpian el llanto de sus goznes.
Hace ya tiempo que no hay golondrinas al borde del tejado.

Asciendo lentamente
aquella escalera de los sueños freudianos,
subo a los altares mínimos
de mi propia insuficiencia.

¡Cuánto ayer empozado,
cuánta breve mortaja,
cuánto leve recuerdo!

Sobre la cal de esta pared escribo un verso:

He regresado y nada me esperaba.

Quizá se vuelve como la patria o al padre
con un algo de herida
y esa ansiedad de no reconocerse en los viejos espejos.
Quizá se vuelve tarde,
se vuelve ya sin tiempo.

Desde el suelo
una muñeca muerta me contempla,
–una muñeca serenamente muerta–

Me alejo
con la desagradable sensación de haber profanado una tumba.

SIN RAZÓN




He interrogado hasta el amanecer al pozo
de las preguntas. Es mentira que el corazón
sepa decirse mejor en esa sombra.

He interrogado a la memoria y al camino,
y al cielo turbio que coagulaba dudas.
Pero no bastaba crecer en los escombros
del verbo, ni formular la cicatriz reciente.

Un paisaje de puertas: entran y salen
las mascarillas de la muerte. Un paisaje
de paredes que respiran, de paredes
taladradas por sus ojos insomnes.

Buscas inútilmente
el rostro y su verdad, para que el miedo
aprenda a descifrar más despacio los pasos.

Una respuesta bastaría para narcotizar
la angustia, o el sopor de ser
gota a gota un espectro.

Buscas las piezas del puzzle
que faltaban, amontonas los trozos
pero se quedan fuera los detalles.
Una respuesta sólo bastaría...
Pero en los pasillos de la noche
sólo escuchas ese ruido de pies
acostumbrados a arrastrarse
hacia los desiertos.

A SALVO EN LAS COLINAS




El prado, el paraíso, el sol poniente,

las llamas de la infancia en el centeno,

las formas que resuelven nuestros pasos

en torbellino de universo y sus detalles.


Todo es pasar despacio la espesura,

esquivar el barro y la maleza,

y esa lluvia de abril que nos abre los ojos,

de par en par memoria en su intemperie.


Para que nada estorbe la canción de la cima

vienen después pájaros de la tarde

con la luz ceñida en su sosiego,

viene impaciente la tierra

a rezar su silencio a nuestro lado.


Todo el tiempo del mundo

anuncia un interior

de náufrago que espera.


Hoy es tarde todavía

y no se ha roto el rumor que nos quedaba.

7.1.10

MANUEL LOZANO. Biografía






Manuel Lozano nació en Córdoba, Argentina. Es escritor (poeta, narrador, crítico literario y ensayista), profesor y licenciado en letras, Máster en gestión educativa y Doctor Honoris Causa (distinción otorgada a su brillante trayectoria, en 2004, por el Consejo Iberoamericano de Educación, conformado por 13 universidades de España y Latinoamérica). Ha cursado estudios de literatura y lingüística en Europa. Es "Master en Historia de la Cultura Argentina" (Escuela de Administración Cultural -E.D.A.C-, Bs. As.), habiendo recibido la máxima calificación (10) y la medalla "Victoria Ocampo", por su tesis "El enigma Silvina Ocampo. La Paradoja y lo Sublime". Concluyó, en 1998, el "Master en Comunicación", en la Fundación de Altos Estudios en Arte y Comunicación (F.A.C.U). Para ello elaboró una tesis sobre la resignificaciones de la agonía y la muerte en los mass-media. A la edad de dieciocho años, presentó en la Universidad Nacional de Córdoba, sus ensayos: "Shopenhauer y la Revelación del Budismo en Occidente", y "Platón, Plotino y Neoplatónicos en el Renacimiento Italiano", como así también empezó a dictar conferencias y seminarios a lo largo y ancho del país, labor que continúa desarrollando.
Es autor de quince libros (que van del relato fantástico y cuasi-fantástico al ensayo y la poesía), entre ellos: "Libro de Amenemope" (Bs. As., Torres Agüero Editor, 1987), "La Línea y el Círculo" (Bs. As., Ediciones Corregidor, 1988), "Tratado sobre la Rotación de los Encantos" (Barcelona, Libros de la Isla Iluminada, 1992), "Las Caníbales", "Jam Sessiom", "El Enigma Silvina Ocampo" (en edición), "Bizancio bajo las aguas" (en edición, Ed. Sudamericana, Bs. As.), "Todas las noches me traías gardenias" (autobiografía ficcional de Billie Holiday), entre otros.
Ha realizado crítica literaria y colaborado con los diarios "La Prensa" (Bs. As.), "La Razón" (Bs. As.), "El Tribuno" (Salta), "Puntal" (Río Cuarto, Córdoba), "La Arena" (Santa Rosa, La Pampa), "La Voz de San Justo" (San Francisco-Córdoba), "La Reforma" (Gral. Pico, La Pampa), "El Universal" (Colombia), entre otros, como así también en publicaciones especializadas como "Cuadernos de la Generación del ´27" (Málaga, España), Revista "Proa" (Bs. As.), "Ser en la Cultura" (Bs. As.), "American Notes and Queeries" (U.S.A.), "Casa de las Américas" (Cuba), "Gibralfaro-Universidad de Málaga)" y "Belvedere" (Francia), entre otras.
Recibió más de 54 premios nacionales e internacionales: Primer Premio Fondo Nacional de las Artes, 1987, por su libro "La Línea y el Círculo"; Premio "Gente de Letras", Bs. As., en siete oportunidades (ensayo, poesía y cuento, respectivamente); Primer Premio "Asociación Japonesa en Argentina", 1987; Premio "Fundación Argentina para la Poesía", 1989; Premio Universidad de La Plata, 1990; Premio Ministerio de Asuntos Sociales, España, 1993; Premio University of Kentucky, U.S.A., 1995, Premio Federación Universitaria de Bs. As., 1996; seleccionado paras las mega-exposiciones "Buenos Aires no duerme I" (1997; género: cuento), y "Buenos Aires no duerme ´98" (género: poesía), "Premio a la Excelencia Educativa 2004" (Lima), para citar algunas de las distinciones. En 1989, recibió la "Faja de Honor", de la Sociedad Argentina de Escritores, Bs. As., por su libro "La Línea y el Círculo". Su obra ha sido traducida al inglés, francés, portugués e italiano.

Fue becado por el gobierno español para participar, durante 1993, del "Primer Foro Literatura y Compromiso", junto a Wole Soyinka -Premio Nobel de Literatura 1986-, José Saramago -Premio Nobel 1998-., Juan Goytisolo, Ana María Matute, Jorge Amado, Augusto Roa Bastos, Edwar Al-Kharrat, entre otras celebridades de la literatura mundial. Un año antes, había sido el único escritor joven de Argentina, invitado especialmente para disertar como miembro activo en la "Bienal Internacional de Poesía", organizada por la "Maison International de Poesie", de Liége, Bélgica.

Manuel Lozano es uno de los pocos especialistas sobre la obra de Silvina Ocampo, habiendo disertado sobre la prestigiosa escritora en España, Estados Unidos, Bélgica, Francia, Marruecos, Chile, Uruguay, Buenos Aires, y una decena de provincias argentinas. Ha realizado, también, trabajos de investigación en torno a escritores argentinos y latinoamericanos escasamente conocidos o parcialmente olvidados como Santiago Dabove, Ramón Doll, Juan Rodolfo Wilcock, Norah Lange, Nydia Lamarque, Delmira Agustini, y María Luisa Bombal. Por otra parte, ha escrito ensayos de carácter filósofico sobre los empiristas ingleses (en especial, sobre David Hume y George Berkeley), Baruch de Spinoza, Miguel de Unamuno, Georges Bataille y Pierre Klosowsky.

Obtuvo la "Beca Nacional 1996", correspondiente al rubro: Letras-Investigación, del Fondo Nacional de las Artes, por su proyecto: "El Enigma Silvina Ocampo. Otras claves culturales para la interpretación de su corpus literario". Asimismo, se le otorgó la máxima calificación por el Master de Cultura Argentina -ya mencionado- por un conjunto de ensayos sobre la misma autora.

Fue miembro de la Comisión de Honor del Certamen Nacional de Poesía y Narrativa 1995, realizado en San Francisco (Córdoba), junto a Andrés Rivera, Olga Orozco, Jorge Rivera, y José María Castiñeira de Dios. Integró el jurado final del género poesía (siendo coordinador del mismo) de la segunda convocatoria (1998) de este evento.

Integró el Consejo Directivo 1998 de la asociación "Gente de Letras", es miembro del "Instituto Literario y Cultural Hispánico" (California, Estados Unidos), siendo además Presidente de la "Fundación Interdisciplinaria de Estudios para el Desarrollo (F.I.E.D)", con sede en Buenos Aires, de reciente creación.

En 1992, la Cámara Junior (Organización Mundial para el Desarrollo de Líderes), lo proclamó "Joven Sobresaliente de la República Argentina 1991-92", en el área: creatividad y arte, luego de haber sido seleccionado por unanimidad por un jurado de quince personalidades de nuestro país. Actualmente, y luego de dicha proclamación, Manuel Lozano es candidato a la distinción de "Joven Sobresaliente del Mundo", otorgada también por la institución de referencia.

Ha creado FIED (Fundación Interdisciplinaria de Estudios para el Desarrollo), de la cual es Presidente, institución con sede en las ciudades de Córdoba y Buenos Aires. Durante 1998 realizó un viaje cultural por las Islas Canarias, Madrid y Marruecos, lugares donde dictó conferencias y seminarios sobre Literatura Fantástica Argentina 1937-1990.

En septiembre de 2000, dictó una conferencia sobre Silvina Ocampo y Los espejos cóncavos en la literatura fantástica, e hizo lecturas de sus libros "Bizancio bajo las aguas", "Jam Session" y "Navegar por el Enigma" en New York, con los auspicios del Consulado Argentino en dicha ciudad, la Casa Ecuatoriana de la Cultura, y el Núcleo Internacional de New York, con excelente respuesta de público y crítica especializada. Durante marzo de 2001, ofreció en París las conferencias "Mutaciones del espacio y del tiempo en el Martín Fierro (éxtasis y tardanzas de lo que está por venir)" y "Rasgos de la más alta lucidez: Juan Rodolfo Wilcock en la literatura argentina", como así también lecturas de sus últimos libros de poemas y relatos.

En septiembre y octubre de este año, presentó en Madrid, Granada, y París los siguientes seminarios, cursos y lecturas: "Miradas oblicuas en la obra de Borges: Duraciones del cielo y del infierno" y "La seducción Bioy Casares-Dabove" (Madrid, 13-IX), "El enigma Silvina Ocampo -La paradoja y lo sublime-" (Granada, 24-IX/París, 5-X), "Extasis, devoramiento y resurrección de la Poiésis: La palabra que sana" (Madrid, 17-IX/París, 4-X), y "Entre Bizancio, Granada y Nueva York" (Granada, 26-IX/París, 6-X). Cabe destacarse que, en Granada, inició el Ciclo 2001 de la emblemática Asociación Cultural "La Tertulia".

Lozano disertó el 28 de octubre de 2001 como invitado especial del "Festival de Artes Hispánicas", que se desarrolló en la ciudad de Nueva York, en cuyo marco hizo lecturas con diálogos abiertos de sus últimos libros. En enero de 2002, presentó un seminario sobre Julio Cortázar en La Habana, Cuba. Su obra ha sido publicada por más de 70 web-sites de Argentina, España, USA, Alemania, El Salvador, Chile y México, entre otros países.

"Interletras", de Madrid, por la serie de textos "Poemas de España y Francia", escritos en Europa durante septiembre y octubre de 2001. Votado por unanimidad, el jurado destacó "la excelencia de la obra de Manuel Lozano, poemas que nos deslumbraron no solamente por el uso exquisito del idioma, sino por la creación de un mundo donde la libertad es exaltada a cada instante en una búsqueda incesante de heroicidad y prodigios (...) Debemos destacar, especialmente, el magnífico "Canta, lastimada mía" que, desde el eco altamente lúcido de Cervantes (de donde procede su título), apela a una novísima visión y relectura del nacimiento, la muerte y los sueños como verdaderos enigmas palingenésicos". El jurado, integrado por prestigiosos críticos e intelectuales de España, destacó, a su vez, "...que el escritor Manuel Lozano se inscribe en el linaje de aquellos autores iluminados, frecuentadores del otro lado del espejo como Gérard de Nerval, Antonin Artaud, Rimbaud y Novalis..."

Por otra parte, cabe destacar que sus ensayos "Santiago Dabove, esa feroz criatura que atravesó el relámpago", "Para una nueva teoría del retrato: la seducción Bioy Casares-Dabove", "Jorge Amado, jardines de Iemanjá", y "Silvina Ocampo: Las reglas de fuego frente a un apocalipsis helado", han sido publicados por las prestigiosas revistas "Contra Tiempo", de Granada (editada en colaboración con la Universidad de esa misma ciudad), y "Matérika", de Costa Rica. Estos trabajos, más los poemas de sus libros "Bizancio bajo las aguas", "Navegar por el Enigma" y "Mansión Artaud" pueden leerse en numerosísimas revistas y sitios de Internet: "Corvino Books", de Sevilla (www.corvinobooks.com), que eligió recientemente a Manuel Lozano como autor destacado del mes entre más de 2500 postulantes, "Gibralfaro", de Málaga, "Interlecto", de Buenos Aires, que incluyó su ensayo sobre Jorge Amado y el relato "Conversación con lirios" en su sección "autores célebres" junto a Borges, Octavio Paz y Huidobro (www.interlecto.com.ar) , "Mundo Poesía", de Sevilla, (http://manuellozano.es.md), "Pernía" (que lo incluye junto a Macedonio Fernández, Manuel Machado, García Lorca y Borges entre otros "Patrimonio Cultural", de Chile, (http://abaco.ya.com/webpins/laprinitiva/), "Café Berlín", de Alemania, edición bilingüe (www.delagracia.de/), "Argos" (de la Universidad de Guadalajara, México), "México Volitivo" (www.mexicovolitivo.com), "Gente con talento", de Colombia, (www.gentecontalento.com), "Isla Poética" (www.islapoetica.com/principal.htm), "Página Digital" (www.paginadigital.com), "El Bolígrafo", de Madrid, "Eom-Eldígoras", de Barcelona (www.eldigoras.com), "Palavreiros", de Sao Paulo (www.palavreiros.com), y "Nave da Palavra" (www.navedapalabra.com). La semana pasado, el periódico "Misiones on-line" lo seleccionó para su sección "escritores consagrados", eligiendo su poema "De un mendigo en Washington Square", publicación de la semana. Las revistas "Patrimonio Cultural", "Isla Poética", "Pernía", "Mundo Poesía", entre otras, han creado un Canal especial llamado Manuel Lozano. El escritor es, en estos momentos, el autor más votado por los lectores en "Yo Escribo.com".

ORÍGENES DE ALEJANDRIA




La raíz, ascendida en el viento,
vara de leche perturbada entre espinas,
debe aferrarse a su historia.
Abajo cantarían las grullas.
Hazme mansión de lo que callas:
Coróname de ardor por el regreso.

¿Por qué saliste,
madrastra de los espejos estériles?
¿Por qué juntaste los dientes
con la firme devoción del tembloroso?
Abajo cantarían las grullas.
Sangre hundida,
hambre de la tribu.
¿Qué hebras para la exhalación?

Antes de que viertas la herida,
idolatra tu llanto.
Son puertas asilándose
en la sal de mi sombra.
¿Fue tan lejos caer?
Abajo cantarían las grullas.
Mastines dejan oír
el rumor de la ciénaga.

A imagen y semejanza
de quien escarba y roba y me retiene
en la escritura más ciega,

te obstinas en la celebración.
Abajo cantarían las grullas.
¡Desagües y dudas
para el celo incrustado del fuego,
para tu hocico!

CANTA, LASTIMADA MÍA




Canta, lastimada mía
Miguel de Cervantes

A Olga Orozco

¿Cómo era tu casa antes de la restauración?
Barro sobre barro
y esa debilísima lluvia que caía en las persianas,
tan esponjosa lluvia en la madera del viento,
cóncava, supliciada de la hoguera anterior al diluvio,
escurriéndose en la amarga envoltura
que la lleva a ser visión de polvo prometido en las cenizas:
caldera del escalofrío al borde de los labios.
Oscila este inmigrante sin poder atravesar siquiera,
sin apartarse del suntuoso pantano.
¿Qué ropaje amedrentado entre la fiebre y la seda,
pero más ajeno en el telar sonoro que devora la coraza del exilio
y en que anudo de una vez por todas mis sudarios?
Es inconsolable este doler,
este doler a grito final de condenado.
Son heladas las máquinas que ciegan, los hornos que estrangulan,
Los alfileres que irrumpen en tanta desesperación estremecida.
¿Qué escafandra necesito para probarme el castigo?
¿Y qué máscara que no se derrita?
¿Qué vértigo sufrido en este amargo trayecto hacia la noche?
Me incuba el huevo de la alianza, la cáscara lila de un martirio
donde no puedes saber quién fragua las respuestas,
bajo qué hirviente superficie se sospecha el derrumbe
y el brillo en la fisura.
Este no es un muro que separe mis sueños del sueño del planeta,
una cámara increíble para fundir la usura de los huesos,
la fábula caníbal de la historia inocente.
Corría yo por la herrumbre del palacio,
sin darme cuenta apenas de esos alambrados
ocultando a los tréboles.
Líbrame de todo mal,
de los guijarros malditos hasta el borde.
Tú me conjuras de la muerte nauseabunda, de la muerte vibrátil,
de la muerte que pudre.
La última flor de la corona fue robada,
de agobiadora vida husmeando en el residuo de dos manos que han sido,
de las solas que en un lento infinito se abominan.
Han crucificado el cadáver,
el cadáver durmiente,
raptado en ese espejo invulnerable que circunda tu infancia,
por estos arrabales sin dios y sin testigos.
¿De qué inmundo misterio engendraste a tus padres,
adónde las pupilas de inocente basilisco?
¿Son las mismas que escupían la cuna,
que zumbaban de pavor en las orejas del monstruo?
No hay peregrino tenaz ni cruel alabancioso
que limpie mi cara de Van Eyck para la aurora.
Canta, lastimada mía.
De sangre, nada más que de elegida sangre
te hiciste pedigüeña en esta hora de la sed en que me ahogas
no pudiendo levantar a aquél que sufre.
Será como una lámpara en el pequeño alféizar de una casa abandonada.
No me recuerden el crimen.
¿Cómo me diste tanta soledad si estaba lleno?
Las piedras urden lo que graba tu piel en los baldíos.
¿Cómo es entonces el camino?
Estás a punto de trizar el bloque de hielo que te encierra
en viejas, atroces migraciones al silencio
revelando ciudades partidas por un ala.
Canta, lastimada mía.
En la negrura del mar rozo mi cuerpo, mi fardo de preguntas,
esta fotografía salvada para siempre del naufragio.
Canta, lastimada mía.
La voluptuosa canta de blanco sobre un fondo rojo.
Canta en las cuevas masticando ayeres desde su porvenir milenario,

Canta, lastimada mía.
Canta ahora.
Y despréndete.

PLEGARIA


Crucificado en el árbol de la ciencia del bien y del mal,
adormezco el llanto con rumores
que obstinan mi oficio de profanador.
Quítame el reflejo de este aparecido.
Herrumbrosa azucena, no dejes caer
la lúcida sangre del crimen.
En tu cueva de ahogados, él se viste de luto.
¿Cuándo bajaremos?
En el declive encuentras el trébol venenoso,
los postigos raídos de esa puerta
que ya nadie abrirá bajo guirnaldas.
Linajes de fragmentos quemados
colocarían sobre el pedestal de la separación.
El labrador invoca la sombra derritiéndose
en las patas del lobo.
Nunca lo pliegues contra tu áspera carne de Adán.
Fueron largos años de exilio y migraciones.
¿Quién canta entonces prosternado en el jardín?
¿Y quién se trepa a su lápida futura
con el viento feroz entre los médanos?
Déjame la intemperie, la incerteza lujosa
del vuelo de la herida.
Arrópame en ese traje de lastimaduras.
¡Que no vean los gusanos a trasluz del rocío!
Hijo del desierto me llamaban.
Desfigúrame con alacranes de seda.

EL CLARO REGRESO



a Blanca del Moral

Cuando el río sube con sus desperdicios
(en la difunta alegría de lo que ha sido revelado),
la mujer abre la jaula.
Una fotografía de impaciencia dirá ser su verdugo,
pero es otra la tormenta entre bambúes;
hubiera sido preciso desterrarse
hasta el no-castigo, hasta la parálisis
de quienes moran la noche
con forma de camelia y maneras de pelícano.
Es probable la escarcha,
como el amor es probable su ácido
y las lívidas rotaciones plegadas sobre el porvenir.
Acaso el testigo,
siempre el acaso merodeador
guardará la muralla.
El altísimo, acaso, ligeramente
profanara las enredaderas de tu heroica pureza.
Se inclina un insecto.
Simulado Artaud barre los desperdicios:
La vajilla está rota,
Nishapus está en llamas.
No te prepares para el encuentro.
¿Cómo creer que lo ignora,
como si hubiera arrojado los granos
de la más fría soledad en su totem?
Nunca más recuerdos para lamer,
ni almendras dispersas.
Jamás un himno para estos perros del ayer.
Que me instiguen a huir.
Anudo la desposesión frente al prodigio.
Dejo las vanidades de este mundo.
Atrás las palabras indulgentes,
Transformadas de arriba abajo por el sacrificador.
¿Hablábamos de paraísos?
¿Cuándo me embriagaron con el nacimiento?
Aquellas fueron las frutas de tu linaje.